Querida
inspiración:
Me empeño en que
brotes cuando lo deseo, pero nunca lo consigo pues tú que eres tan
imprevisible llegas a mí en cualquier instante. Llenando mi mente de
bellas palabras, creando frases envueltas en imágenes hermosas que
hacen que me introduzca plenamente en aquello que me dictas. Viviendo
en profundidad lo que a la vez quedará escrito gracias a mi mano que
se encargará de ello.
Soy fiel a tus
deseos, ya que, gracias a lo que me transmites me siento bien, son
momentos mágicos que me inundan de felicidad.
Sólo te pido que
sigas entrando en mi vida en el momento que lo desees, no importa que
cuando yo te busque no te encuentre, simplemente sumérgete dentro de
mí cuando te apetezca, que ya sacaré yo tiempo para dedicarme a
escribir al oír tu susurro.
Atentamente.